viernes, 9 de octubre de 2009

COLOR DE ESPERANZA


Dejé de escribir porque la realidad y la no-esperanza me parecían demasiadas pesadas. Centroamérica, Guatemala en concreto, está sumida y a merced de los poderes malévolos de quienes no quieren que nuestros pueblos "tengan vida". Sin embargo, los últimos tres meses han sido diferentes, soy testigo ,y de alguna manera parte, de una esperanza que surje que emerge de la sociedad civil y sobretodo de los sectores jóvenes.


En el caso concreto de Guatemala hemos ganado una lucha: la búsqueda de unas Cortes de Justicia honestas y honradas (a medias es cierto, pero ha sido un gran paso). Los jóvenes en general estan (estamos) por la apuesta de una nueva generación que no se sienta vinculada a la violencia sino a la reconciliación: Un techo para mi país, Vivo Muchá, Jovenes por la paz, etc.


Por fin estamos entrando en la conciencia que sentirnos afines a una ideología no hace que descalifiquemos a los demás sino que nos impulsa a buscar puntos comunes para construir una sociedad "otra", diferente a la que hoy tenemos.


Tal vez es muy idealista, es cierto, pero hoy quiero volver a soñar. Otra Guatemala, otra Centroamérica, es posible