viernes, 25 de enero de 2008

Punto de encuentro...

Nunca olvido aquella frase del cantante español Ismael Serrano, que en una de sus canciones dice "en los peores bares a las peores horas suelen encontrarse las mejores personas". La ironía no es tal, al menos creo yo, o si lo es solo pudo llegar a serlo por ser una realidad. Las calles, las horas de soledad, las vagancias sin sentido son el lugar en el que las soledades se sientes más libres para encontrarse. Es paradójico las soledades humanas buscan los momentos y espacios más solitarios para ver si ahí puede haber un punto de encuentro con otra soledad. Que temible es la soledad cuando se convierte en un punto de encuentro y convergencia para la humanidad. Que adorable es la soledad, cuando nos permite descubrir la otredad que camina junto a nosotros y con nosotros.

viernes, 18 de enero de 2008

Carlos Morales... a 26 años de su asesinato...

Carlos Morales, fraile dominico guatemalteco, comprometido con su fe y con su pueblo, en los años 70´s y 80´s, fue asesinado a manos del ejercito de Guatemala en la 1a. ave. y 2a calle de la zona 2 de la capital guatemalteca. En aquella ocasión solo un fraile se atrevió a reconocer el cadáver, Paco Pedraz y los hermanos de Carlos lo enterraron al dia siguiente en silencio. ¿Dónde estaba el resto que enarbolaba la bandera de la lucha popular? En fin, 26 años después los frailes más jóvenes reunidos en retiro nos hemos arriesgado a hacer el funeral que la Orden le quedó debiendo a fray Carlos. Fuimos a la esquina en donde lo ametrallaron, fuimos al cementerio y en medio de una ceremonia que mezclaba lo cristiano y lo maya nos hicimos presentes para decirle "Carlos aquí estamos, un poco tarde, pero estamos, queremos reconciliarnos con tus luchas, con tu memoria". Se que no ha sido suficiente, pero es un pequeño paso en la recontrucción de la esperanza que solo puede ser alcanzada mediante la memoria histórica. QEPD fray Carlos R. Morales. Lopez.

sábado, 5 de enero de 2008

Nada tan eterno como lo efímero...

Estos primeros días del año me traen recuerdos de encuentros entrañables que tuve durante el 2007, como el regreso a Costa Rica, y a Guatemala, pero también de desencuentros como dejar a la gente que quise en España. Eso me ha hecho pensar en que aquello que perdura en nuestra eternidad, y por ende aquello que nos conforma como seres humano-divinos, es la capacidad de lo efímero. La capacidad de descubrir en lo instantáneo aquello que es fundamental para vivir: la felicidad, el amor, la justicia, el perdón, la amistad. Hoy más que nunca siento la certeza que si hay algo que nos puede hacer confiar en que hay una eternidad o que somos seres de eternidad es que existe lo efímero.