sábado, 5 de mayo de 2007

De noche en Salamanca...

Entre otras cosas disfruto de la noche en Salamanca, no sólo por la alegría de sus bares y de su ambiente universitario. No quizá lo que mas disfruto es cuando vuelvo a casa y camino por esas calles desiertas en las que me encuentro con la libertad. La libertad de calles llenas de historia, la libertad de ser lo que otros no soñaron.

Que más dan los viejos edificos eclesiásticos convertidos en tiendas de marca o en bares posmodernos. Lo que importa somos tú y yo, soñando en la oscuridad futuros indecibles en los que todo lo que fue no será.

Dejándome llevar por el viento, por las flores, quizá por el ambiente de primavera que quiere ser y al que un coletazo de invierno no quiere dejar que venga.

Mientras sigo caminando, por las calles de Salamanca, no sé que voy a encontrar, quizá el amor, la soledad o quizá simplemente a mí mismo.

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