lunes, 25 de agosto de 2014

Palabras incoherentes de los últimos 365 días

Contemplando a Dalí ( septiembre del 2013 en el museo Reina Sofia de Madrid), pienso en lo inevitable que hay en nuestra mirada sobre las cosas. Esa intensidad pasional y racional que todo lo deforma, no hay nada concreto y todo lo es resulta imposible de pensar bien. ¿Acaso se puede? Sólo somos el tumulto la masa sorprendida por el éxito que otros vendieron como tal, lo innovador puede resultar vulgar, ese es un peligro auténtico y como tal me provoca miedo, el mismo que puede sentirse cuando se descubre una humanidad que, queriendo estar a la altura de las circunstancias, se ha equivocado demasiadas veces...y resulta que con ello hemos perdido nuestra propia altura... 

A estas alturas no se lo escribo, como si eso importara, ya no. El arte,  el puro placer, se hace porque sin el no se vive. Hace tiempo que  no tomoaba la ruta de escribir en voz alta...eso me ha aniquilado...necesito hacerlo más seguido para ser yo mismo mi origen, en mi verdad ... No se qué camino seguiré, si lo haré con frecuencia o si es simplemente un arrebato agostino en medio de líneas escritas hace una año cuando estaba en donde se cruzan los camino: en Madrid junto a Dalí... Ahora en San José. 

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