lunes, 14 de abril de 2008

Ordenación...

Como pocas veces en la vida, el dia de mi ordenación sacerdotal, volvi a presentir que todo lo que estaba ocurriendo era real simplemente porque mi corazón así me lo dictaba. Dos horas y media en las que la vida, para mí, quedó en suspenso, no sentí cuando el tiempo pasó. Lo cierto es que la presencia de lo divino, si que se me hacía evidentemente, en el abrazo de mis padres, en el de los hermanos, en la gente d etodos los días.



Cuando me iban imponiendo las manos y apenas alcanzaba a ver los zapatos de quien me las iba imponiendo, tuve la tentanción de sonreirme, y lo hice. Al fin y al cabo, era un momento de Gracia. Simplemente todas las palabras sobran, no las debo retorcer, simplemente dejarlas estar, reposar y quizá algún día empezar a escribirlas, por ahora son un balbuceo simple, sencillo, incoherente, pero por eso quiero callarlas y dejarlas reposar, para que cuando pueda compartirlas con uds. puedan ser tan vivas que tambien uds, puedan introducirse en la experiencia.

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